lunes, octubre 16, 2006

COMO EN UN BANQUETE


Recuerda que debes conducirte en la vida como en un banquete. ¿Un plato ha llegado hasta ti? Extiende tu mano sin ambición, tómalo con modestia. ¿Se aleja? No lo retengas. ¿No ha llegado aún? No lances desde lejos tu deseo, sino que espera a que el plato esté a tu lado. Pórtate así con los amigos, con una mujer, con los cargos y las dignidades, con las riquezas, y serás digno de ser admitido en la mesa de los dioses. Y si sólo tomas lo que te ofrece, y sabes contenerte con lo poco que es necesario sin ceder a la envidia, entonces no sólo serás convidado por los dioses sino su igual, y reinarás con ellos. Fue trabajando así que Diógenes, Heráclito y algunos otros merecieron ser llamados hombres de dios, como en efecto eran.
Epícteto
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