el Zohar y la Kábala
La Qabbalah, la enseñanza tradicional de los sabios entre los judíos, es una instrucción maravillosa; contiene en esbozo o en epítome todo principio fundamental o enseñanza que La Doctrina Secreta contiene. Las enseñanzas de la Qabbalah son a menudo expresadas en un lenguaje ameno y a veces divertido; algunas veces su lenguaje se eleva a la altura de lo sublime. ¿Qué tiene que decir el Zohar, el segundo de los grandes libros que quedan de la Qabbalah, de la manera en que los libros religiosos judíos deben ser estudiados? Dice esto (iii, 152a):
Maldito sea el hijo del hombre que dice que la Torah [la Biblia hebrea, en especial el Pentateuco, o mejor aún los primeros cuatro libros de la Biblia excluyendo el Deuteronomio, el quinto] contiene dichos comunes y narrativas ordinarias. Si éste fuera el caso podríamos en el presente componer un código de doctrinas a partir de escrituras profanas que despertarían mayor respeto. Si la Ley contiene un asunto ordinario, entonces hay sentimientos más nobles en los códigos profanos. Vamos y hagamos una selección de ellos y seremos capaces de compilar un código muy superior. ¡No! Cada palabra de la Ley tiene un sentido sublime y un misterio celestial… Como los ángeles espirituales tuvieron que ponerse vestiduras terrenales cuando descendieron en esta tierra, y de la misma manera como no pudieron haber permanecido ni ser entendidos en la tierra sin ponerse tales vestiduras, así mismo sucede con la Ley. Cuando descendió sobre la tierra, la Ley tuvo que ponerse una vestidura terrenal para ser entendida por nosotros, y las narrativas son sus vestiduras… Aquéllos que tengan entendimiento, no vean las vestiduras sino el cuerpo [el significado esotérico] debajo; mientras que los más sabios, los sirvientes del Reino celestial, aquellos quienes moran sobre el Monte Sinaí, no miren a nada más que al alma —
i. e., a la suprema doctrina secreta o sabiduría sagrada oculta debajo del “cuerpo”, debajo de las narrativas exotéricas o historias de la Biblia.
En estos días, cuando los modernistas y los fundamentalistas riñen —riñen innecesariamente sobre superficialidades exotéricas, sobre cosas que surgen del egoísmo de los hombres, sobre las enseñanzas dogmáticas de la Iglesia cristiana, cada uno de ellas basadas probablemente en antigua filosofía esotérica pagana—, es una pena inmensa que no sepan ni comprendan que esta enseñanza de la Qabbalah, tal como es expresada en el Zohar, es una verdadera enseñanza; ya que bajo cada vestidura está la vida. Así como Jesús enseñó en parábolas, así la Biblia fue escrita en figuras de lenguaje, en metáforas.
Maldito sea el hijo del hombre que dice que la Torah [la Biblia hebrea, en especial el Pentateuco, o mejor aún los primeros cuatro libros de la Biblia excluyendo el Deuteronomio, el quinto] contiene dichos comunes y narrativas ordinarias. Si éste fuera el caso podríamos en el presente componer un código de doctrinas a partir de escrituras profanas que despertarían mayor respeto. Si la Ley contiene un asunto ordinario, entonces hay sentimientos más nobles en los códigos profanos. Vamos y hagamos una selección de ellos y seremos capaces de compilar un código muy superior. ¡No! Cada palabra de la Ley tiene un sentido sublime y un misterio celestial… Como los ángeles espirituales tuvieron que ponerse vestiduras terrenales cuando descendieron en esta tierra, y de la misma manera como no pudieron haber permanecido ni ser entendidos en la tierra sin ponerse tales vestiduras, así mismo sucede con la Ley. Cuando descendió sobre la tierra, la Ley tuvo que ponerse una vestidura terrenal para ser entendida por nosotros, y las narrativas son sus vestiduras… Aquéllos que tengan entendimiento, no vean las vestiduras sino el cuerpo [el significado esotérico] debajo; mientras que los más sabios, los sirvientes del Reino celestial, aquellos quienes moran sobre el Monte Sinaí, no miren a nada más que al alma —
i. e., a la suprema doctrina secreta o sabiduría sagrada oculta debajo del “cuerpo”, debajo de las narrativas exotéricas o historias de la Biblia.
En estos días, cuando los modernistas y los fundamentalistas riñen —riñen innecesariamente sobre superficialidades exotéricas, sobre cosas que surgen del egoísmo de los hombres, sobre las enseñanzas dogmáticas de la Iglesia cristiana, cada uno de ellas basadas probablemente en antigua filosofía esotérica pagana—, es una pena inmensa que no sepan ni comprendan que esta enseñanza de la Qabbalah, tal como es expresada en el Zohar, es una verdadera enseñanza; ya que bajo cada vestidura está la vida. Así como Jesús enseñó en parábolas, así la Biblia fue escrita en figuras de lenguaje, en metáforas.
Fundamentos de la Filosofía Esotérica
G. de Purucker
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