domingo, octubre 29, 2006

Tribute to GI Gurdjieff

imágenes poco conocidas de Gurdjieff, 1949

viernes, octubre 27, 2006

De: El Manual de Epícteto

Lo que turba a los hombres no son las cosas, sino las opiniones que de ellas se hacen. Por ejemplo, la muerte no es algo terrible, pues, si lo fuera, a Sócrates le habría parecido terrible; por el contrario lo temible es la opinión de que la muerte sea terrible. Por lo que, cuando estamos contrariados, turbados o tristes, no acusemos a los otros sino a nosotros mismos, es decir, a nuestras opiniones.
No pidas que las cosas lleguen como tú las deseas, sino deséalas tal como lleguen, y prosperarás siempre.
En cada cosa que se presente, recuerda entrar en ti mismo y buscar allí alguna virtud que tengas para hacer uso adecuando de este objeto. Si ves a un joven o a una jovencita bellos, encontrarás para tales objetos, una virtud: abstenerte. Si es algo que fatiga, algún trabajo, encontrarás coraje; si son injurias y afrentas, econtrarás resignación y paciencia. Si así te acostumbras a desplegar, en cada accidente, la virtud que la naturaleza te ha dado para el combate, tus fantasías no te cautivarán nunca.
Si quieres progresar en el estudio de la sabiduría, no rehúses, en las cosas exteriores, pasar por lerdo y por insensato. No busques pasar por sabio, y si pasas por un personaje en la mente de algunos, desconfía de ti mismo. Pues sabe que no es fácil conservar las dos cosas a la vez: tu voluntad conforme a la naturaleza, y las cosas ajenas; sino que es preciso descuidar lo uno si te atareas en lo otro.
Epícteto

miércoles, octubre 25, 2006

Las cosas que dependen de nosotros

En cuanto a todas las cosas que existen en el mundo, unas dependen de nosotros, otras no dependen de nosotros. De nosotros dependen nuestras opiniones, nuestros movimientos, nuestros deseos, nuestras inclinaciones, nuestras aversiones; en una palabra, todas nuestras acciones.
Las cosas que no dependen de nosotros son el cuerpo, los bienes, la reputación, la honra; en una palabra, todo lo que no es nuestra propia acción.
Las cosas que dependen de nosotros son por naturaleza libres, nada puede detenerlas ni obstaculizarlas; las que no dependen de nosotros son débiles, esclavas, dependientes, sujetas a mil obstáculos y a mil inconvenientes, y enteramente ajenas.
Recuerda pues que si tú crees libres a las cosas por naturaleza esclavas, y propias a las que dependen de otro, encontrarás obstáculos a cada paso, estarás afligido, alterado, e increparás a Dios y a los hombres. En cambio, si tú tienes como propio lo que te pertenece, y lo ajeno como de otro, nunca nadie te forzará a hacer lo que no quieres ni te impedirá hacer lo que quieres. No increparás a nadie ni acusarás a persona alguna...
Aspirando entonces a tan grandes bienes, recuerda que tú no debes trabajar mediocremente para lograrlos, y que en lo que concierne a las cosas exteriores, debes enteramente renunciar a algunas y diferir otras. Pues si buscas armonizar las propias y las ajenas y ambicionas estos bienes propios y también riquezas y honores, quizá no obtengas ni siquiera éstos últimos, por desear también los otros; pero con toda seguridad, no obtendrás los únicos bienes con los que logras tu libertad y felicidad.
Así, ante toda fantasía perturbadora, está presto a decir: "Tú no eres sino una imaginación, y en absoluto eres lo que parece", enseguida examínala con atención y ponla a prueba, para ello sírvete de las relgas que tienes, principalmente de esta primera que es, a saber: de si la cosa que te hace pensar es del número de aquellas que dependen de nosotros o de aquellas que no están en nuestro poder. Di sin titubear: "Esta en nada me atañe"...
Conduce entonces tus miedos y pásalos de las cosas que no dependen de nosotros a las que sí dependen; y en cuanto a los deseos, suprímelos enteramente, por el momento. Pues si tú deseas alguna cosa que no está en nuestro poder, necesariamente estarás fracasado; y en cuanto a las cosas que están en nuestro poder, no estás en estado aún de saber cuál es la que deseas.
Epícteto

lunes, octubre 23, 2006

es verdad

viz, te quiero, sos el mejor.

domingo, octubre 22, 2006

Meditaciones



Al despuntar la aurora, hazte estas consideraciones previas: me encontraré con un indiscreto, un ingrato, un insolente, un mentiroso, un envidioso, un egoísta. Todo eso les acontece por ignorancia de los bienes y de los males. Pero yo, que he observado que la naturaleza del bien es lo bello, y que la del mal es lo vergonzoso, y que la naturaleza del pecador mismo es pariente de la mía, porque participa, no de la misma sangre o de la misma semilla, sino de la inteligencia y de un porción de la divinidad, no puedo recibir daño de ninguno de ellos, pues nada de lo que hago es vergonzoso; ni puedo enfadarme con mi pariente ni odiarle. Pues hemos nacido para colaborar, al igual que los pies, la manos, los párpados, las hileras de dientes, superiores e inferiores. Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros es contrario a la naturaleza. Y es actuar como adversario el hecho de manifestar indiganción y repulsa.
Marco Aurelio

lunes, octubre 16, 2006

SATSANG : AROUND ARUNACHALA

COMO EN UN BANQUETE


Recuerda que debes conducirte en la vida como en un banquete. ¿Un plato ha llegado hasta ti? Extiende tu mano sin ambición, tómalo con modestia. ¿Se aleja? No lo retengas. ¿No ha llegado aún? No lances desde lejos tu deseo, sino que espera a que el plato esté a tu lado. Pórtate así con los amigos, con una mujer, con los cargos y las dignidades, con las riquezas, y serás digno de ser admitido en la mesa de los dioses. Y si sólo tomas lo que te ofrece, y sabes contenerte con lo poco que es necesario sin ceder a la envidia, entonces no sólo serás convidado por los dioses sino su igual, y reinarás con ellos. Fue trabajando así que Diógenes, Heráclito y algunos otros merecieron ser llamados hombres de dios, como en efecto eran.
Epícteto

jueves, octubre 12, 2006

El Iniciado


El iniciado es el que sabe de dónde viene y adónde va.
Aprende a trabajar junto con la Naturaleza y a que el trabajo del hombre no se limite a lograr insertarse en la sociedad o en la vida cotidiana, sino también en la Naturaleza. Buscar exclusivamente la inserción en la sociedad induce al hombre a creer que el objetivo más importante es trabajar por la humanidad, lo cual significa poner a la Naturaleza al servicio del hombre. No se trata tampoco de subyugarlo para ponerlo al servicio de los dioses: hacer al hombre esclavo de las fuerzas del Cosmos es también una actitud errónea. En los períodos de decadencia, es en esta materialización en la que caen las religiones.
Sin embargo, el Antiguo Egipto, a través de la observación de su Geografía Sagrada, nos enseña que el hombre es un puente entre la sociedad y la Naturaleza. El que sabe insertarse al mismo tiempo en la sociedad y en la Naturaleza encontrará su ritmo y sabrá que el objetivo final que el hombre debe alcanzar no es único sino doble: debe, por una parte, trabajar por la humanidad, a fin de abstraerlo de un egoísmo feroz que se exaspera en un antropocentrismo a ultranza, y por otra parte, sentir que forma parte del Universo y que este Universo está inteligentemente animado.
El destino del hombre está ligado con la actividad total del Universo, por ello debe trabajar para la Humanidad y para los dioses, desarrollando esa capacidad de amor universal. Así contribuirá a propagar la Unión, armonizando su servicio a la Humanidad y al Universo.
Fernando Schwarz

sábado, octubre 07, 2006

Inscripción cambia la historia



El hallazgo de un texto olmeca remonta hasta hace casi 3.000 años la escritura en América y obliga a modificar la visión sobre la primera gran cultura del continente.
Uno de esos raros hallazgos que cambian la historia. Un bloque de piedra hallado en la humilde cantera de Cascajal, en las tierras comunales de Lomas de Tacamichapa, en Veracruz (México) ha resultado contener un hasta ahora desconocido sistema de escritura olmeca que, datado a principios del primer milenio antes de Cristo (hacia el 900 antes de Cristo), se ha convertido en el texto escrito más antiguo de América, 400 años anterior a los testimonios que se conocían.
Además, y esto es probablemente más importante aún, demuestra sin lugar a dudas que los olmecas, la primera gran civilización americana, de la que bebieron mayas y aztecas, y que han sido considerados los sumerios del Nuevo Mundo, los progenitores de las complejas sociedades mesoamericanas, disponían de escritura. Ello cambia de manera radical el paradigma de esa cultura -conocida popularmente por sus colosales cabezas escultóricas monolíticas-, según recalcó ayer a este diario desde Estados Unidos, uno de los responsables del descubrimiento, el antropólogo Stephen D. Houston, de la Brown University.
"Es la primera evidencia olmeca de escritura", indicó. "Significa nada menos que los olmecas tenían literatura, que eran capaces de comunicar su cultura a las generaciones futuras, que eran, en suma, una civilización mucho más compleja y rica de lo que imaginábamos".El descubrimiento, que aparece publicado hoy en Science por un grupo de investigadores mexicanos y estadounidenses encabezados por los arqueólogos Carmen Rodríguez y Ponciano Ortiz, se produjo al desmontar unos peones una zona de la cantera -un antiguo sitio arqueológico- a fin de obtener piedras para pavimentar una carretera. En conexión con el bloque inscrito, de piedra serpentina, fueron halladas cerámicas, fragmentos de figuritas de barro y otros materiales rotos. Todos ellos han podido ser datados en la fase más antigua de la cultura olmeca -denominada de San Lorenzo, por el primer gran centro de esa civilización, cerca de Cascajal-, entre 1.200 y 900 años antes de Cristo.El bloque, de 36 por 21 centímetros, de 13 centímetros de grosor y con un peso de 12 kilos, contiene un texto inciso de 62 signos (glifos) -28 distintos-, algunos de los cuales se repiten más de cuatro veces. Esa frecuencia y su secuencialidad, recalcan los investigadores, indica claramente que se trata de algún tipo de escritura y señala la probable presencia de sintaxis. Algunas agrupaciones de signos apuntan a que el texto podría contener fórmulas poéticas.
Los expertos creen que el texto debe leerse horizontalmente. Entre los glifos se encuentran algunos que evidentemente tienen un origen icónico, como formas vegetales, el signo de un ojo, un trono, una mazorca de maíz, un pez o un perforador, acordes todos ellos con la imaginería olmeca. En la inscripción aparece también un insecto u hormiga.Para los que llegados a este punto se hayan hecho muchas ilusiones, hay que decir que los investigadores señalan que la posibilidad de descifrar la escritura olmeca es "baja". El fragmento es corto, no consta en él ninguna correlación para explicar los signos y la escasa cantidad de éstos, aunque apuntan a un alfabeto, impide cualquier extrapolación estadística. Habrá que esperar a nuevos hallazgos o a una piedra Rosetta mesoamericana.
La superficie en la que aparece la inscripción había sido trabajada para la incisión del texto y los estudiosos creen que se trataba de un documento que podía ser borrado o revisado.Anteriormente habían sido hallados otros indicios de escritura olmeca, aunque eran muy controvertidos. En todo caso, la inscripción del bloque de Cascajal antecede en 400 años la primera aparición de la escritura en el Nuevo Mundo. En general se consideraban los glifos de la cultura zapoteca hallados en Oaxaca los más antiguos de América. En cuanto al Viejo Mundo, la escritura se había desarrollado más de 3.000 años antes, en Mesopotamia.
¿Por qué se ha tardado tanto en encontrar la escritura de una civilización como la olmeca? Stephen D. Houston señala que "hay dos respuestas: que se ha excavado poco o que mayoritariamente la escritura olmeca estuviera hecha sobre madera, y por tanto se hubiera perdido". El estudioso recordó a propósito la existencia de numerosas tallas olmecas, que sugieren la existencia de una rica tradición de trabajo con la madera.Los olmecas (su nombre significa " la gente del país del caucho" y se lo dieron los mexicas) influenciaron a las posteriores culturas en su arquitectura, religión y simbolismo.Hasta ahora no estaba acreditada la escritura entre los olmecas, los sumerios de la América precolombina.

FUENTE:http://www.elpais.es/articulo/cultura/
inscripcion/cambia/historia/elpporcul/20060915elpepicul_4/Tes/

martes, octubre 03, 2006

el Zohar y la Kábala


La Qabbalah, la enseñanza tradicional de los sabios entre los judíos, es una instrucción maravillosa; contiene en esbozo o en epítome todo principio fundamental o enseñanza que La Doctrina Secreta contiene. Las enseñanzas de la Qabbalah son a menudo expresadas en un lenguaje ameno y a veces divertido; algunas veces su lenguaje se eleva a la altura de lo sublime. ¿Qué tiene que decir el Zohar, el segundo de los grandes libros que quedan de la Qabbalah, de la manera en que los libros religiosos judíos deben ser estudiados? Dice esto (iii, 152a):

Maldito sea el hijo del hombre que dice que la Torah [la Biblia hebrea, en especial el Pentateuco, o mejor aún los primeros cuatro libros de la Biblia excluyendo el Deuteronomio, el quinto] contiene dichos comunes y narrativas ordinarias. Si éste fuera el caso podríamos en el presente componer un código de doctrinas a partir de escrituras profanas que despertarían mayor respeto. Si la Ley contiene un asunto ordinario, entonces hay sentimientos más nobles en los códigos profanos. Vamos y hagamos una selección de ellos y seremos capaces de compilar un código muy superior. ¡No! Cada palabra de la Ley tiene un sentido sublime y un misterio celestial… Como los ángeles espirituales tuvieron que ponerse vestiduras terrenales cuando descendieron en esta tierra, y de la misma manera como no pudieron haber permanecido ni ser entendidos en la tierra sin ponerse tales vestiduras, así mismo sucede con la Ley. Cuando descendió sobre la tierra, la Ley tuvo que ponerse una vestidura terrenal para ser entendida por nosotros, y las narrativas son sus vestiduras… Aquéllos que tengan entendimiento, no vean las vestiduras sino el cuerpo [el significado esotérico] debajo; mientras que los más sabios, los sirvientes del Reino celestial, aquellos quienes moran sobre el Monte Sinaí, no miren a nada más que al alma —

i. e., a la suprema doctrina secreta o sabiduría sagrada oculta debajo del “cuerpo”, debajo de las narrativas exotéricas o historias de la Biblia.

En estos días, cuando los modernistas y los fundamentalistas riñen —riñen innecesariamente sobre superficialidades exotéricas, sobre cosas que surgen del egoísmo de los hombres, sobre las enseñanzas dogmáticas de la Iglesia cristiana, cada uno de ellas basadas probablemente en antigua filosofía esotérica pagana—, es una pena inmensa que no sepan ni comprendan que esta enseñanza de la Qabbalah, tal como es expresada en el Zohar, es una verdadera enseñanza; ya que bajo cada vestidura está la vida. Así como Jesús enseñó en parábolas, así la Biblia fue escrita en figuras de lenguaje, en metáforas.
Fundamentos de la Filosofía Esotérica
G. de Purucker

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